Hermanos de sangre, aquellos que no se elije, que vienen como regalo del cielo y muchas otras veces del infierno. Mis palabra nunca llegarán a expresar el sentimiento de amor, de odio o rencor que a veces se siente y mas cuando hay diferencias de edad.
Muchas veces sentirán necesitar esa mano amiga para poderte salvar, ese consuelo de que todo estará bien aunque no sea verdad pero los únicos que están son esas personas que para bien o para mal, la sangre los unirá.
Como explicar las veces que sentí dejarlas de amar, ese sentimiento de rencor que a veces uno tendrá pero es sabido que siempre el bien triunfará por que cuando el amor es sincero nunca se olvidará. Muchas veces complices serán de mil secretos para contar o tal vez siempre alguna anécdota tendrán.
Yo doy gracias por tenerlas en mi vida, sé que no somos muy unidas pero sé que cuando las necesito en algún momento estarán. Yo les quiero decir que por más que no lo digo en una forma habitual, las quiero con todo el alma y es un placer poderlas abrazar.
Aquello que hermanos tengan y no lo vean de seguido, sepan que es importante la relación de hermanos y amigos, por que en ellos siempre encontrarán un brazo que se estrecha en el camino.